Se me ocurre abrir la ventana
Con el gesto, la noche entra
su respiración
inicia mi desaparición
primero la mirada
parte de un sonido,
las manos
El espacio opta por quejarse
haciendo descender
la silueta vacía
de la que era yo
un cuzco ladra a la silueta vacante
en la calle un auto
parece interrumpirse
con un golpe seco
En ese instante
un recuerdo irrumpe
la mirada regresa
los sonidos reverberan
las manos tocan
El perro
ha percibido
la historia escrita
en una silueta
que ahora es sombra
Ana Abregú.
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